Seguimos hacia el norte por la carretera 520, por un paisaje de laguitos y nieve. Muchas de las casas llevan hierba en los tejados.
Låtefoss, otra cascada espectacular que se ve desde la carretera. Por su proximidad a Hardangerfjord, tiene una tienda de recuerdos y autobuses de japoneses.
En un túnel nos equivocamos de desvío (hay una rotonda en el túnel, para ir a Eidfjord, al final del fiordo, hay que tirar hacia Oslo y no lo sabíamos), cruzamos el puente colgante más largo de Europa y acabamos en la carretera 7, que también es bonita y nos conformamos.
Recorremos un poco más del fiordo y dormimos en Øystese. Aparcamiento de autocaravanas con agua y posibilidad de descarga en el pueblo, 100 coronas.
Låtefoss, otra cascada espectacular que se ve desde la carretera. Por su proximidad a Hardangerfjord, tiene una tienda de recuerdos y autobuses de japoneses.
Seguimos hacia el norte, hasta Odda, el principio de unos brazos del fiordo, luego Kinsarvik. El paisaje se hace menos escarpado y por lo tanto menos especial.
En un túnel nos equivocamos de desvío (hay una rotonda en el túnel, para ir a Eidfjord, al final del fiordo, hay que tirar hacia Oslo y no lo sabíamos), cruzamos el puente colgante más largo de Europa y acabamos en la carretera 7, que también es bonita y nos conformamos.
Recorremos un poco más del fiordo y dormimos en Øystese. Aparcamiento de autocaravanas con agua y posibilidad de descarga en el pueblo, 100 coronas.






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