lundi 18 juin 2018

14-15 de junio. Carreteras solitarias, tundra, Lom

Subimos despacio por la Sognefjellet, la carretera que sube tierra adentro por las montañas hasta Lom. Allí no se ha derretido toda la nieve aun, incluso vimos un esquiador de fondo.












En el medio de la nada, un hotel bastante lujoso.



Llegamos a Lom, un pueblo encantador con una preciosa iglesia de madera.




Después de dormir cerca de Lom en un parking al lado de la carretera, seguimos por la carretera 15 recomendada como bonita por el estado de Noruega (ver www.nasjonaleturistveger.no donde vienen las 18 carreteras turísticas oficiales). La ruta se desvía un rato hacia la 258 que es un camino de tierra plano y transitable en un paisaje de tundra.




Volvemos a la civilización y a los autobuses de turistas en Geiranger, extremo meridional del fiordo. Allí está el mogollón, con autobuses chinos y coches rusos sin parar. Se cruza uno con autocaravana tras autocaravana.

Paramos en Gudbrandsjuvet, una obra de arte de acero oxidado que conduce a una cascada (sorpresa).



Dormimos en un aparcamiento de tierra justo antes del Trollstigen Senter (punto de Google Maps llamado National Park Station, que es en realidad un cartel con información sobre la zona). Para más tranquilidad hay que meterse en un camino que baja a la izquierda en sentido hacia Trollstigen, se llega a un aparcamiento grande y llano de tierra.


samedi 16 juin 2018

13 de junio: De Bergen a Flåm

Volvemos un kilómetro para atrás para ver las cascadas de día. Estas son famosas, con sus autobuses de turistas chinos y españoles.



Cogemos la carretera E16 hacia Flåm. Puede uno desviarse por una carretera secundaria de muchas curvas y muy empinada, Stalheimskleiva, y volver a coger la misma E16 luego. Da un poco de miedo, sobre todo con un tanque de 7 metros de longitud.




Por la tarde, llegamos a Flåm, que es nada más que un embarcadero donde llegan unos ferrys enormes y bajan a por recuerdos. Vemos el MSC Preziosa, no es ninguna tontería de barco. Nos quedamos hasta que salga del puerto dando la vuelta en el fiordo.



Por la tarde-noche, decidimos hacer otro poco del camino (ya que no se hace de noche nunca, se puede disfrutar del paisaje a cualquier hora) y salimos en dirección a la carretera de las nieves (Aurlandsfjellet) que empieza en Aurland. Cogemos el ferry que cruza el fiordo entre Fodnes y Mannheller (carretera 5) a deshoras, con los niños sin cenar y dormimos en un parking un poco antes dSogndalsfjøra. Para aparcar, usamos a menudo la aplicación Park4night, que no es completa pero bastante útil para viajar en autocaravana. Vienen aparcamientos y puntos de vaciado en todo el mundo.



11-12 de junio: Bergen

De camino a Bergen pasamos por otra cascada interesante, Steindalsfossen, donde existe un paseo que permite caminar por detrás de la misma, como Tintín en el Templo del Sol.



Bergen, por fin. A mi juicio es una estafa, ya que las fotos bonitas que se ven en Internet son en realidad una calle con casitas restauradas para los turistas. Renunciamos a una cerveza en el centro histórico (100 coronas, unos 12 euros).






Monumento a los cazadores de ballenas.


Para dormir, elegimos el parking Borgermester Platous gate, 24h aproximadamente 150 coronas. Es un parking normal y corriente en un patio entre edificios, pero no nos dijeron nada incluso con las bicicletas atadas al lado de la autocaravana.

Al día siguiente, nos dedicamos más a cosas de niños. Primero visitamos el excelente VilVite, museo de ciencias interactivo con más de 100 actividades para entender mejor todo, de motores eléctricos a la electrólisis del agua. Hay muchas cosas que me tendría que haber estudiado antes de ir, la asignatura de físicas está ya muy lejos.

Experimentos con el aire para explicar el efecto Bernoulli.


Y con pompas de jabón para la tensión superficial.


Irene probando el viento provocado por la velocidad.


Para terminar el día, vamos al parque acuático Vannkanten en las afueras de Bergen. Nos gustó a todos, hay toboganes para todas las edades y los niños pudieron subir a todos aunque la mayoría acompañados.

Fue una paliza. Salimos de Bergen y dormimos en un parking justo después de las cascadas de Tvindefossen.

lundi 11 juin 2018

10 de junio: hacia Hardangerfjord

Seguimos hacia el norte por la carretera 520, por un paisaje de laguitos y nieve. Muchas de las casas llevan hierba en los tejados.



Låtefoss, otra cascada espectacular que se ve desde la carretera. Por su proximidad a Hardangerfjord, tiene una tienda de recuerdos y autobuses de japoneses.


Seguimos hacia el norte, hasta Odda, el principio de unos brazos del fiordo, luego Kinsarvik. El paisaje se hace menos escarpado y por lo tanto menos especial.

En un túnel nos equivocamos de desvío (hay una rotonda en el túnel, para ir a Eidfjord, al final del fiordo, hay que tirar hacia Oslo y no lo sabíamos), cruzamos el puente colgante más largo de Europa y acabamos en la carretera 7, que también es bonita y nos conformamos.



Recorremos un poco más del fiordo y dormimos en Øystese. Aparcamiento de autocaravanas con agua y posibilidad de descarga en el pueblo, 100 coronas.


8-9 de junio: en busca del primer fiordo

En nuestra subida hacia el norte, paramos en Helleren, que es un parking al lado de una mina de hierro (con arena que se pega al imán de nuestra linterna). Allí se encuentran dos casitas protegidas por una roca, que según leí se construyeron en el siglo XVII, aunque para nada lo parecen. Además, por lo visto vive alguien allí, o bien la colada que cuelga fuera de una de las casas es de decoración.



Egersund, nada especial, pero una oficina de turismo abierta donde nos informan muy bien.




Llegamos a Lauvvik, donde para seguir en la carretera 13 hay que coger un ferry trasbordador. Menudo negocio tienen, pagamos 30 euros por 10 minutos de travesía. Peor aun es subirse al crucero que recorre el fiordo, que nos saldría más caro que Legolandia. Es probable que no hagamos el crucero mañana. Paramos en un parking en la orilla justo a la salida del ferry en Oanes.



Al día siguiente, primero vimos el Lysefjord en versión tacaña, parando en la carretera 496 para recorrer un trocito del mismo en bici.



Pasamos debajo del puente que va a la carretera 13. Luego volvemos a coger la autocaravana para recorrer la carretera hacia el norte. El paisaje es espectacular. De la carretera 13 hay que desviarse para la 517 y coger un puente para no pagar otro ferry. Notamos que no estamos pagando ningún peaje: los noruegos deben de tener un chip en su coche porque el peaje consiste en unas cámaras. A ver si leen nuestra matrícula y nos mandan la factura a casa.




Una parada en Svandalsfossen, que se ven directamente desde la carretera 520, un poco antes de Sauda. Es un paseo de 15 minutos por unas escaleras.




Paramos en Sauda, una ciudad industrial con una fundición de hierro, que tiene además de unos columpios maravillosos una piscina de agua caliente, por desgracia cerrada los domingos.


Para dormir, paramos al lado de unas antiguas minas de cinc (Sinkfruvenen Allmannajuvet) con edificios misteriosos, al final parece que se trata de un café y una tienda para recordar la minería de cinc del siglo XIX en este sitio.


18-19 de junio: Trondheim

Preciosa Trondheim, con menos turistas que Bergen e igual de bonita. Buscamos algo para comer en el puerto, pero ademá...